sábado, 24 de octubre de 2015

Un recuerdo dulce

Un momento dulce, así es el recuerdo de mi primera comunión. Por eso, cuando mi querida amiga Marga me pidió formar parte de la comunión de su hija, encargándome los detalles de ese día tan especial, me sentí halagada y agradecida.

Diferentes ideas me vinieron a la cabeza, pero ninguna me convencía. El regalo tenía que cumplir dos requisitos. Por un lado, quería que fuese útil, que su uso prolongase en el recuerdo, de familiares y amigos, los divertidos y emocionantes momentos vividos en el gran día de la pequeña M. Y por otro lado, debía ser dulce, como la infancia, como… el recuerdo de mi primera comunión.

Tras barajar varias posibilidades, el detalle que cumplía con los objetivos marcados fue esta bonita bolsa de merienda, rellena de deliciosas golosinas.

No quiero acabar este "post" sin darle las gracias a mi Margui, por confiar en mí en un momento tan especial.






sábado, 17 de octubre de 2015

Y pasó lo inesperado.

Todo comenzó cuando creí que en uno de mis cumpleaños me regalarían una bicicleta estática !pobre de mi! .Lo que menos me esperaba era una caja roja,con un anillo en su interior. 
A partir de ese momento tan especial, comenzaron una serie de preparativos acompañados de grandes ilusiones.
Y una de ellas sería que regalarles a mis chicas de la boda,quería que fuera algo especial como cada una de ellas,pero también algo útil que pudieran aprovechar y sacarle partido.
En una feria de patchwork en la que exponía la que era nuestra profesora,vimos algo similar y se me ocurrió lanzarme al vacío y ponerme a coser 60 estuches.
Combinando diversos tipos de colores y telas,el resultado fue precioso,y las chicas quedaron encantadas con algo diferente a lo que estamos acostumbradas a recibir cuando vamos a una boda. 
Espero que os haya gustado mi primer proyecto,porque sin duda es uno de los que guardo un recuerdo más especial.


miércoles, 14 de octubre de 2015

Presentación





Aguja, hilo y un trozo de tela, fueron las herramientas que nos llevaron a trasmitir nuestros sentimientos hacia nuestros familiares y amigos en momentos especiales de sus vidas. 
Todo empezó con este alfiletero, o como dirían en nuestra tierra con un acerico, hace cuatro años. 
Poco a poco, nos fuimos adentrando en un mundo de telas, cintas, flocas, hilos,...para así ir desarrollando nuestra creatividad y liberándonos de tensiones acumuladas.
Con el tiempo, descubrimos que la mejor manera de mostrar nuestro cariño y dejar un recuerdo imborrable era regalar una parte de nosotras, nuestros trabajos. 
Esperamos que con estas líneas os hallamos podido transmitir el cariño y la ilusión que ponemos en cada uno de nuestros ´detalles´, y os damos la bienvenida a nuestro pequeño mundo.