jueves, 3 de marzo de 2016

Bienvenidos a nuestro mundo "peques".




Uno de los momentos más bonitos que podemos experimentar a lo largo de nuestras vidas es el de dar la bienvenida a un nuevo ser humano, ya sea un hijo, un sobrino, un primo, el hijo de un amig@...
Aunque ya han pasado casi dieciocho años, recuerdo perfectamente el día en el que conocí a “mi María”. Mi preciosa y dulce ahijada. Ella tenía poco más de un mes, cuando se produjo nuestro encuentro. Mis exámenes de junio no me permitieron viajar para conocerla antes. Así que, cuando mi avión aterrizó, bien entrada la noche, en el aeropuerto de Santiago de Compostela, empezó la eterna cuenta atrás hasta ese nuevo y emocionante amanecer en el que conocería a mi pequeña.
Se encontraba dulcemente dormidita en su cochito, cuando entró con su mamá en casa de mis abuelos. Su padre hizo las presentaciones y ella, muy educada, abrió sus ojitos.


Aún, puedo recordar su blanca piel y su carita redonda, su bonito pelele rojo y blanco, sus noches de llanto, peleando tal cual Mike Tyson con el sueño. Pero lo que no logro recordar es si tenía algún muñequito que la acompañase en sus dulces sueños, en sus primeros pasos, juegos o catarros. Este fue el motivo que me llevó a regalar a los niños, que con el tiempo han venido a alegrar mi vida, estos bonitos peluches.
Estos tiernos animalitos, además de ser un regalo personalizado y con encanto, se convertirán en los compañeros fieles de aventuras de nuestros pequeños, formando parte de sus primeros recuerdos. Y tú, de ellos.